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 EL DESARROLLO POR MEDIO DE ESCALAS DE MEDICION

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betzabe hernandez




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MensajeTema: EL DESARROLLO POR MEDIO DE ESCALAS DE MEDICION   EL DESARROLLO POR MEDIO DE ESCALAS DE MEDICION I_icon_minitimeDom Oct 12, 2008 6:51 pm

Embarassed

La evaluación del crecimiento y desarrollo es una herramienta fundamental para monitorizar la salud del niño.
El crecimiento es el resultado de la compleja interrelación de aspectos genéticos, nutricionales y medioambientales. Es importante conocer la diferencia entre los indicadores para la evaluación del crecimiento en una población o en un individuo. Muchos errores surgen de la confusión de trasladar conceptos de la evaluación individual a la población y viceversa. Ejemplos de estos son el uso del cintilo diez para el diagnostico de desnutrición en un niño, cuando surge como punto de corte para la selección de una población en riesgo, en un programa de salud publica.
En la evaluación de un niño hay conocer los factores que controla n el crecimiento a cada edad. (Infancia, niñez, pubertad).
En la Argentina contamos con curvas de referencia que proporcionan una base común para comparar poblaciones y seguir la evolución individual.
Las diferencias étnicas explican, en una pequeña proporción, las diferencias en tamaño, siendo éstas fuertemente condicionadas por las condiciones medioambientales.
Más complejo es analizar los aspectos que interaccionan en el desarrollo normal del niño. Sobre una base continua de organización biológica se imbrican los aspectos psicológicos y sociales.
Los factores de riesgo biológico y medioambiental-social, explican la mayor proporción de las diferencias alcanzadas a cada edad.
Antropometría: instrumentos y técnicas de medición CAÍNO Silvia
Una de las herramientas con que contamos para evaluar el estado nutricional, el crecimiento longitudinal y la salud del niño es la antropometría. La antropometría es una técnica incruenta, fácil de usar y poco costosa que nos permite evaluar el tamaño y las proporciones del cuerpo humano.

Como toda herramienta utilizada para evaluar la salud del niño es necesario que sus resultados, en este caso datos numéricos, sean lo más confiable posible para no cometer errores en la interpretación y decisiones clínicas respecto al crecimiento y estado nutricional del niño. Para esto debemos minimizar las fuentes posibles de error de medición. Las fuentes más importantes de error en las mediciones son: el instrumento de medición, la técnica antropométrica empleada, el observador que realiza la medición y la cooperación del niño; por eso la importancia de prestar especial atención a aquellas fuentes plausibles de corrección. No se necesita comprar instrumentos caros y sofisticados, teniendo en cuenta algunas recomendaciones se pueden construir los instrumentos de medición, elegir los más apropiados y/o evaluar la calidad de los que estamos usando para aumentar la confiabilidad de las mediciones y de esta manera no hacer falsas interpretaciones de los datos. Es importante que el observador que realiza las mediciones esté familiarizado con los instrumentos de medición, esté entrenado en el empleo de técnicas estandarizadas de medición, teniendo en cuenta como fueron construidos los gráficos de referencias sobre los cuales comparará sus resultados, y favorezca un ambiente confortable para que el niño se tranquilice y coopere en la medición.
Es importante que las mediciones que realicemos sean exactas y precisas debido a que algunas decisiones clínicas e intervenciones estarán basadas en nuestras mediciones, las medidas frecuentemente serán utilizadas para monitorizar el crecimiento y el estado nutricional del niño o de grupos de poblaciones, detectar anormalidades en el crecimiento y estudiar el efecto de un tratamiento o intervención nutricional.

Índices e indicadores antropométricos DURÁN Pablo

Los indicadores antropométricos constituyen herramientas ampliamente utilizadas en la valoración del estado nutricional y del crecimiento, tanto a nivel individual como poblacional. Sin embargo muchas veces su aplicación, definición de puntos de corte o interpretación de su correlato biológico, no son adecuadamente considerados.
Es necesario en primer lugar diferenciar tres conceptos: medidas, índices e indicadores.
Las medidas (peso, talla o pliegues, por ejemplo) constituyen la estimación de una proporción corporal pero no brindan información en si mismas. Los índices (Peso/talla, talla/edad) surgen de la combinación de mediciones, y son esenciales para la interpretación de éstas.
Finalmente los indicadores son definidos de acuerdo al objeto que se desea alcanzar y surgen de brindar a los índices un correlato biológico.
Los índices pueden ser expresados mediante tres tipos de estadísticos: Percentiles, Z score o % de adecuación a la mediana de la población de referencia. Su interpretación, correspondencia y tratamiento requiere ser claramente diferenciada. La adherencia de cada uno a la población de referencia, el tipo de escala en que se expresan los valores, o su utilidad en la detección de cambios en los extremos de la distribución varían entre ellos, y su identificación es esencial para una correcta interpretación de los valores así como para una adecuada toma de decisión a partir de los mismos.
Los indicadores evidencian características relacionadas con el tamaño o composición corporal, que pueden asociarse con condiciones de nutrición, salud, condiciones socio-económicas o de equidad en poblaciones. En términos generales los indicadores son habitualmente aplicados, por ejemplo, para la estimación de bajo peso, emaciación, sobrepeso, retraso crónico de talla, dependiendo del índice que se utilice.
Sin embargo es fundamental remarcar que no existe "el mejor indicador" para valorar dichas situaciones. En el momento de definir el indicador a utilizar es necesario preguntarse cual es el indicador más adecuado de acuerdo con que se intenta evaluar, y cual el punto de corte o límite de inclusión más útil para dicho propósito. El propósito de la valoración (identificación de individuos o poblaciones en riesgo, la selección de individuos o poblaciones para una intervención, la evaluación del impacto de intervenciones en el estado nutricional, la exclusión de individuos de un programa-intervención, el desarrollo de estándares o la investigación de factores asociados) junto con la definición de que se desea evaluar, brindan los lineamientos que permiten la definición del indicador mas apropiado.
En conclusión, la adecuada y correcta utilización de datos antropométricos implica la obtención de mediciones precisas, la interpretación de las escalas de medición de los índices y sus límites, y una correcta selección del indicador a utilizar, de acuerdo al propósito de la valoración a realizar.
El desarrollo del niño en atención primaria CAFIERO Pablo
El desarrollo es un proceso dinámico y continuo de organización progresiva de funciones biológicas, psicológicas y socio-culturales en compleja interacción. Esto le permite al niño la adquisición de nuevas habilidades que favorecen la obtención de una mayor autonomía e independencia.
La salud de un niño/a es el resultado de múltiples determinantes que operan sobre el basamento genético en los contextos biológico, conductual, social y económico, a medida que el niño crece y se desarrolla. El desarrollo normal de un niño ya no puede ser visto desde la obsoleta discusión "naturaleza" versus "crianza".
Las diferentes trayectorias que este desarrollo psicomotor puede tomar son el producto de la interacción entre los factores de riesgo y protectores y de otras influencias que están programadas en los sistemas biológicos regulatorios durante los períodos críticos y sensibles.
La disminución de las tasas de mortalidad y la supervivencia de mayor número de niños con patologías complejas abren la puerta a la presencia de nuevos desafíos para el pediatra tanto en su práctica hospitalaria, como en el primer nivel de atención.
Los pediatras deben convertirse en promotores de la salud del niño acompañando el desarrollo de los mismos en su contexto familiar y socio cultural. El control pediátrico de salud debe dar el marco y es tarea clave e irremplazable.
Durante los estadios tempranos del desarrollo la influencia de factores medio ambientales sobre el desarrollo del sistema nervioso central es más importante que a otras edades, dado que se producen fenómenos de diferenciación, melificación, arborización dendrítica y formación de interconexiones neuronales. Las experiencias medio ambientales activan o desactivan las redes neuronales pre-existentes, estimulando el desarrollo de nuevas interconexiones o desencadenando el pruina o podado por falta de uso de las sinapsis inactivas o redundantes.
La trayectoria del desarrollo muestra cómo experiencias tempranas y la exposición a factores de riesgo pueden afectar el desarrollo futuro del niño. El número, tiempo y el contexto de los factores de riesgo y protectores afectan los resultados finales de este proceso.
La importancia de la intervención oportuna en términos del diagnóstico, asesoramiento y educación de la familia y eventual tratamiento son claves en el sostenimiento de la relación médico-paciente/familia y de un apropiado acercamiento al problema.
El pediatra debe jugar un rol pivotar en el mecanismo de derivación, interconsulta y comunicación con otros profesionales, incluida la escuela.
La consulta pediátrica es una oportunidad única para trabajar en actividades de educación, prevención y promoción para la salud. Esta debe estar focalizada en la guía anticipatoria sobre desarrollo normal del niño, pautas de crianza, prevención de accidentes, promoción de la lactancia materna, nutrición apropiada, importancia de las inmunizaciones, control del crecimiento, promoción del vínculo madre-hijo, observación de variables temperamentales, alteraciones motoras transitorias, tóxicos ambientales, entre otras.
Puertas de entrada al conocimiento del desarrollo KRUPITZKY Sara
Acompañar el desarrollo infantil, es acceder al mundo del niño con mayor profundidad y por, a consecuencia de, acceder a su familia. El escuchar a los padres incentiva nuestra capacidad de creatividad para contribuir con la planificación de estrategias para disminuir, paliar o prevenir el retardo del desarrollo.
El lactante, luego deambulador y por ultimo infante, va atravesando en su desarrollo desafíos, contrariedades, logros y un disfrute de sus actos con tal fuerza y empeño que consigue de una u otra manera comprometer al adulto.
El niño va adquiriendo, a medida que madura su sistema nervioso, habilidades que le permiten cada vez mayor destreza en su desenvolvimiento físico y a la vez, esa maduración, es sustrato de su armado psíquico. El como se dé ese constante interjuego: genética-maduración-medioambiente-cultura, de cómo lo vivencia, elabore, atraviese, surgirá como único y singular.
Las ciencias relacionadas con la psique y la neurobiología, nos han enseñado que no podemos conocer todo lo relacionado con el proceso que se va dando en un niño, pero a una parte podemos acceder, y para ello contamos con vectores que confluyen e influyen en la vida infantil: la historia familiar, la capacidad del niño para demostrar distintos logros según su etapa de desarrollo, el lenguaje, la forma y contenido del juego, su día de vida, la relación con sus pares y adultos, sus hábitos, me refiero a las actitudes del niño y su familia ante la alimentación, el sueño, su rendimiento escolar, etc. Las que denomino puertas de entrada al conocimiento del desarrollo infantil.
La comprensión y el discernimiento acerca de los hitos que va alcanzando el niño en esa gran aventura: la vida, son parte del bagaje pediátrico, que le permite comprobar si su paciente atraviesa un desarrollo adecuado y reflexionar con los padres, en cada etapa, sobre las posibilidades de su hijo, pero por sobre todo, disfrutar en el intercambio con el niño del derroche, que este último generalmente hace, de vitalidad.

Acompañar "participar de los sentimientos de" e "ir en compañía de" los niños y sus familias, le permite al profesional pequeñas o mayúsculas intervenciones para beneficio del niño en el presente, que trascenderán en su futuro, en el de su familia y en el mismo pediatra.
Sabemos que el desarrollo infantil no es patrimonio de una especialidad ni un sector, pero si estamos seguros que cada uno en su función trabajando en equipo, quizá en el comienzo formado por dos profesiones distintas (enfermera-pediatra) hasta llegar con el tiempo a la intersectorial dad, producirá lentamente lo que todos anhelamos para este siglo que comenzó: contribuir a disminuir la violencia, instaurar en todos el deseo de paz, consolidar la solidaridad, a partir de la igualdad de oportunidades, condición sine qua non para contribuir a que nuestros niños nos aporten un futuro mejor.
Todo ello construido sobre una base real, de acuerdo a las posibilidades que nos ofrece el desempeño de nuestra profesión.
Acompañar el crecimiento y desarrollo infantil es una oportunidad única para desplegar una relación niño-familia-pediatra en una mirada integral.
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